Desde hace un tiempo se viene hablando mucho sobre si las compañías niponas de vídeo juegos están sumidas en una crisis creativa y en una decadencia sin final. Tanto los medios como algunos creadores japoneses han ofrecido su punto de vista y todos parecen coincidir en que así es: La industria nipona de video juegos no está viviendo un buen momento. La verdad creo que no es tan sencilla y habría que analizar un poco el como se ha llegado a tener esta percepción.
Durante muchos años Japón fue prácticamente el único motor que sostentaba el mundo de las consolas. La mayoría de hits y sagas más populares provenían de dicho país, mientras que las compañías occidentales se centraban en nutrir al mundo del PC. Además, para las compañías del país del sol naciente, su mercado más importante era el propio, tanto el americano como el europeo, eran secundarios. Así es como en occidente se fue creando un fuerte núcleo de jugadores de consolas que adoraban el estilo y la jugabilidad de las creaciones japonesas.
Mega Drive, Super Famicom, PC Engine, Playstation, Saturn, fueron máquinas que triunfaron en mayor o menor medida, pero todas contaron con un fuerte apoyo de juegos japoneses y de jugadores mayoritáriamente interesados en jugar a los productos que de Japón llegaban. Las cosas quizás comenzaron a cambiar durante la conocida como generación de los 128 bits. Con ella y sobretodo con la irrupción de X-Box en el mercado, más y más empresas occidentales comenzaron a poner sus creaciones a disposición de los jugadores de consola.
A su vez se creaba una nueva generación de jugadores que apreciaba dichos juegos, lo cual dejaba a las compañías niponas en una delicada situación. Japón seguía siendo un buen mercado, pero los mercados occidentales habían pasado a ser potentes generadores de dinero y eso era algo que no podían obviar. El nuevo jugador occidental había pasado a desarrollar unos gustos nuevos y deferentes y estos diferían mucho de los géneros que los japoneses más acostumbrados estaban a trabajar.
En las plataformas domesticas actuales, muchos juegos que antes hubieran sido más del gusto del jugador de PC, ahora también estaban a mano del jugador de consola. Con ellos y con la solida base de jugadores afines al estilo occidental de crear juegos que ya había, las cosas se ponían muy complicadas para las empresas niponas. No es que sus populares sagas de siempre no vendieran. Juegos como Final Fantasy, Resident Evil, Metal Gear, Gran Turismo, siguen vendiéndose bien, pero ya no son los títulos mas punteros en occidente.
Todo esto Ha llevado a las compañías japonesas a cuestionarse muy sériamente su trabajo y a tener una fuerte crisis de identidad. Lo que antes funcionaba sin problemas, ahora cuesta más venderlo y lo que ahora triunfa, ellos no saben como crearlo. Aquí reside el gran problema, no saben como pero quieren. Ello las ha llevado a dejar en manos occidentales algunas de sus sagas. Bionic Comando, Splatterhouse, Front Mission, Silent Hill, son solo algunas de ellas. unas ya han aparecido, otras están por hacerlo, pero si en algo coinciden todas es en no haberse ganado el favor de los jugadores.
Aquellas personas que conocen las sagas no quedan satisfechos por el trabajo realizado, siempre lejano o totalmente opuesto a lo que los japoneses habían producido con anterioridad. Lo nuevos jugones por su parte desconocen el pedigrí de ellas y tampoco se sorprenden con el producto que les ofrecen. Por este lado creo que los japoneses no deberían seguir. No atraerán nuevos jugadores y perderán a los que eran fieles a un estilo y ven ahora cosas que no les gustan.
La otra tendencia que hay en Japón es la de crear ellos mismos juegos que puedan ser más atractivos para los occidentales, pero nuevamente cometen un error. No se pueden forzar en hacer algo que por mucho que digan ellos mismo, no es su estilo y se quedan a medio camino entre algo que atraiga a occidentales y a todos los que siempre han adorado la forma en que los juegos nipones son creados.
Lo que deberían hacer es olvidarse de tonterías y de dudas existenciales, de pensar que están sumidos en una crisis, que lo están, pero no en la que ellos piensan y volver a los orígenes. Volver a crear como siempre han hecho, con su estilo, con las armas que siempre han tenido y que tan bien han usado. No digo que no arriesguen y no intenten jugar a ser equipos occidentales y crear juegos de géneros mas populares por estos lares, pero si quieren hacerlo han de ser fieles a sus creencias y sus filosofías y no intentar clonar lo que hacen las demás. Han de volver a ser ellos y seguro que los éxitos estarán de nuevo ahí. Los que siempre hemos adorado los juegos nipones así lo esperamos y en ellos seguiremos confiando.
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